La tutora ideal

 Rasgos de personalidad y competencias de una tutora ideal

Pensando en las relaciones que tiene que tener con el resto de profesores, familias y por supuesto con los y las estudiantes.

Utópica visión, este concepto puede parecer un poco raro... pero que una visión utópica es aquella que nos marca el horizonte, si tenemos la idea de que todas las personas de la clase harán grandes cosas y tenemos las expectativas muy altas, nuestras acciones irán acordes con esos pensamientos

Escucha, y no me refiero solo a las palabras, sino a una escucha activa, atenta y que va más allá de la comprensión de las palabras

Empatía, esa gran capacidad humana tan relacionada con la escucha activa, la disposición a entender el mundo desde el punto de vista de la persona que tenemos delante, nos ayuda a comprender los motivos de sus acciones. 

Competencia comunicativa, esta es una de las competencias que no necesitan ni presentación ni justificación. Obvio que esta no puede faltar!

Conocimiento de su materia, ¡algo también esencial! Con una buena base de conocimientos podremos establecer categorías, ordenar y presentar los contenidos de menos a más de general a concreto, diseñar prácticas y ayudar a asimilar el contenido sirviéndonos de estrategias de aprendizaje.

Valores éticos y morales, un rasgo de personalidad que yo creo fundamental, trabajar bajo una ética y no cualquiera, que nos impulse y motive para que el proceso de enseñanza-aprendizaje en el que participamos contribuya a mejorar la calidad de las personas a las que enseñamos

Pasión, por la enseñanza y por su campo, creo que transmitir pasión por lo que enseñas, contagia al resto

Gusto por el trabajo con personas, otro rasgo de personalidad totalmente necesario

Persuasión, otra cualidad necesaria para esos procesos de diálogo y negociación, muy propios del día a día de los tutores.